El diagnóstico de “cáncer” se asocia usualmente a una
sentencia de muerte. Quien lo recibe se siente desahuciado y las explicaciones
de los médicos sobre las buenas posibilidades de los tratamientos no son suficientes
para convencer al paciente, que más de una vez se queda con la sensación de no
estar recibiendo toda la verdad. Pero en la actualidad, alrededor del 50 % de
los pacientes –dependiendo del tipo de cáncer y el momento en el que es
diagnosticado- puede curarse.
Por eso, numerosas entidades alrededor del mundo han
decidido dedicar este 4 de febrero, Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer, a despejar los mitos relacionados con al enfermedad. Así, la campaña
organizada por World Cancer Day promueve destruir los siguientes
conceptos erróneos:
-“El cáncer no es solo un problema de salud:” No, el cáncer tiene múltiples repercusiones
sociales, socava el desarrollo de los países y el pleno ejercicio los derechos
humanos y tiene un gran impacto económico. Según la American Cancer Society,
el costo global del cáncer a nivel mundial en el año 2010 fue de $290 billones
de dólares, y se prevé que para el 2030 será de $458 billones de dólares. Las implicancias para los sistemas de salud y para los presupuestos de los países de
semejantes cifras no son difíciles de imaginar.
-“El cáncer es una enfermedad propia de los
países ricos y desarrollados, y afecta a las personas mayores”: El cáncer es un problema global de salud,
que ha alcanzado proporciones epidémicas. De las 7.6 millones de muertes que se
produjeron en todo el mundo en el 2008, el 55% ocurrieron en los países menosdesarrollados. Y esto seguirá creciendo a medida que las culturas del mundo se
“occidentalicen”, incorporando los peores hábitos de esta cultura: dieta rica
en grasas y carnes y baja en frutas y verduras, sedentarismo, etc. Además, si
bien el riesgo de numerosos tipos de cáncer aumenta con la edad, muchas
personas son afectadas en lo mejor de su edad productiva, y también los niños
pueden padecer –con menor incidencia- de esta enfermedad.
-“Si estoy destinado a tener cáncer, no hay
nada que hacer”: Hay muchas conductas que podemos evitar para
torcer ese supuesto destino. Está comprobada la asociación del cigarrillo con
numerosos tipos de cáncer (no solo el de pulmón), y también hay evidencias de
que mantener una mala alimentación, consumir alcohol en exceso y no hacer
ejercicio contribuyen a aumentar el riesgo de padecer cáncer. El uso de
preservativo, por otra parte, previene la infección del virus del HPV,
principal responsable de la mayoría de los casos de cáncer de cuello de útero,
y de la Hepatitis B, asociado al cáncer de hígado. Informarse, incorporar
hábitos de vida saludables y participar
de las campañas de detección precoz son algunas de las actitudes positivas que
podemos tomar para evitar no sólo el cáncer, si no muchas enfermedades crónicas
no transmisibles.
-“El cáncer es una sentencia de muerte”: No sólo es posible curar muchos tipos de
cáncer al detectarlos en estadíos tempranos, si no que también se pueden
prevenir. Las campañas de screening de cáncer de mama, cáncer de cuello
de útero o de cáncer de colon son ejemplos de intervenciones de salud que
ayudan a hallar a tiempo la enfermedad y mejorar el resultado de los
tratamientos. En ese sentido, ampliar el acceso de la población a estos métodos
de diagnóstico precoz es clave para lograr el impacto de los mismos. Además, manteniendo hábitos saludables como
los ya mencionados, contribuimos a que bajen las chances de desarrollar
distintos tipos de cáncer.
Derribar estos mitos es fundamental para que podamos
adoptar medidas individuales para cuidar más de nuestra salud, que
colectivamente definamos mejor las acciones de detección precoz, pero sobre
todo, ayudar a que los pacientes que conviven con el cáncer sepan que –aunque
algunos caminos puedan resultar más difíciles que otros- las esperanzas son muchas y no debemos abandonarlas.
Dr. Martín Alonso
Director del Hospital Oncológico Provincial
Presidente de la Fundación Oncológica Córdoba